Alaska: Glaciar Hubbard y Skagway a Vancouver

Si te interesan los paisajes espectaculares y la diversidad de la flora y la fauna, entonces tu destino es Valdez. Situada en el Prince William Sound, esta bella ciudad parece tenerlo todo: montañas imponentes, praderas cubiertas de flores silvestres, abundantes icebergs y extensos glaciares. Siéntete libre de hacer una excursión en tierra, ya sea para pescar, avistar ballenas, caminar por los glaciares y muchas actividades más. También puedes conocer la historia de la Fiebre del Oro de la ciudad, recorrer las tiendas locales y saborear mariscos recién pescados.

Acércate al gigantesco glaciar Hubbard, el mayor glaciar de agua de marea de Norteamérica. Abarca 1350 millas cuadradas de hielo azul y es uno de los más activos en Alaska. Alaska.

En un solo año, de 1896 a 1897, este lugar remoto a lo largo del Pasaje Interior creció de unas pocas tiendas de campaña a una ciudad de 20,000 buscadores de oro. En la actualidad, los viajeros vienen en busca de otros tesoros: revivir el pasado a lo largo del encantador paseo de Skagway flanqueado de edificios que reproducen los de la época de la fiebre del oro.

Juneau ha sido llamada "la mejor experiencia deAlaska", sin duda en parte por sus incomparables paisajes de glaciares en lugares como el fiordo Tracy Arm, los campos de hielo de Juneau y el Parque Nacional Glacier Bay. Practica canotaje en alguno de los tantos ríos protegidos de la zona, realiza vuelos panorámicos y tours en el centro histórico o pon a prueba tu habilidad para lavar oro. El majestuoso glaciar Mendenhall se encuentra a 12 millas de distancia de Juneau, un trayecto que vale la pena.

Su nombre indio Tlingit, Kach Kanna, significa "alas del águila desplegadas". Es muy probable que veas una de estas magníficas aves posada en lo alto de un árbol de Sitka. Gracias a las abundantes lluvias, Ketchikan está rodeada de algunas de las selvas más exuberantes del mundo.

Ubicada entre las montañas nevadas de la Costa Norte y las abundantes aguas azules del Océano Pacífico, Vancouver combina la sofisticación de la gran ciudad con el encanto de los pueblos pequeños. No dejes de visitar Queen Elizabeth Park, un arboreto cívico de 130 acres decorado con esculturas del artista moderno Henry Moore.